Diario de la dispersión Algunas personas hacen tantas cosas que no entiendo cómo lo logran. De dónde sacan el tiempo, fuerza, capacidad y ganas de encarar semejante cantidad de trabajo. Rosario Bléfari era una de esas personas. Cantaba, actuaba, escribía, pintaba. Era una máquina que no paraba de producir arte.
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Un diario y una imprenta
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Diario de la dispersión Algunas personas hacen tantas cosas que no entiendo cómo lo logran. De dónde sacan el tiempo, fuerza, capacidad y ganas de encarar semejante cantidad de trabajo. Rosario Bléfari era una de esas personas. Cantaba, actuaba, escribía, pintaba. Era una máquina que no paraba de producir arte.