¿Qué opinaba Nabokov de Borges?

Y una oda a los perros.

¿Qué opinaba Nabokov de Borges?

No soy un gran lector de Vladimir Nabokov. De hecho intenté terminar, y lo digo como si hubiera sido un trabajo arduo porque efectivamente lo fue y no logré completarlo, Lolita muchas veces. Casi, casi lo termino, pero creo que lo más lejos que llegué fue a unos tres cuartos. Era la época en la que sufría dejar libros. Los leía como si fuera una obligación. En el caso de Lolita era porque muchos la consideran una de las obras más grandes que tiene la literatura. Pero bueno, por acá no pegó.

Pero el otro día me encontré con algo que hizo Nabokov que me encantó y cautivó tanto que decidí compartírtelo.

La cosa es que el ruso a lo largo de su vida dio muchas entrevistas. Pero eran entrevistas que no podían salir de su absoluto escrutinio. Le pedía las preguntas a los periodistas que lo entrevistarían para, previamente, escribir sus respuestas, que después les leería en persona. No solo eso. Antes de publicar, le tenían que mandar el artículo terminado. La excusa era chequear si habían escrito bien su apellido, pero no era realmente lo que le importaba.

El tema es que muchas de esas entrevistas eran motivo de orgullo para Vladimir, entonces decidió recopilar esa data y juntarlas en un volumen, que llamó Opiniones contundentes y que él mismo firmó.

En ese volumen están, entre muchas otras cosas, las opiniones de Nabokov de algunos de los más grandes autores de la época. Traduje solo los que a mí me resultaron interesantes, pero la lista completa es mucho más grande.

Jane Austen. Buenísma.

Honoré de Balzac. Mediocre. Finge realismo con tópicos fáciles.

Jorge Luis Borges. Un favorito. Cuán fácil respira en sus laberintos. Lucidez de pensamiento, pureza en su poesía. Un hombre de infinito talento.

Albert Camus. No me gusta. De segunda categoría. Efímero, agrandado. No significa nada para mí. Asqueroso.

Jean-Paul Sartre. Todavía peor que Camus.

Lewis Carroll. Siempre me cayó bien. A uno le hubiera gustado filmar sus picnics. El mejor escritor de historias para chicos de todos los tiempos.

Miguel de Cervantes. Don Quijote es una obra cruel y dura.

Anton Chekhov. Un favorito. Talentoso, pero no un genio. Lo amo muchísimo, pero no puedo racionalizar ese sentimiento.

Joseph Conrad. Un favorito entre mis 8 y 14 años. Básicamente un escritor para gente muy joven. Ciertamente inferior a Hemingway y Wells. Intolerable estilo. Clichés románticos. Nada que me hubiera gustado haber escrito a mí. En mentalidad y emoción, irremediablemente juvenil. Ligeramente falso.

Fyodor Dostoevsky. No me gusta. Un sensacionalista barato, torpe y vulgar. Un periodista tonto y un mal comediante. Algunas de sus escenas son muy divertidas. El doble es su mejor obra aunque una copia evidente y descarada de La nariz de Gogol. No me gustaron nada Los hermanos Karamazov y Crimen y Castigo.

T. S. Eliot. No del todo de primera categoría.

Ralph Waldo Emerson. Su poesía es preciosa.

William Faulkner. No me gusta. Escritor de crónicas cursis. Considerarlas obras maestras es un engaño absurdo. Un don nadie que no significa nada para mí.

Sigmund Freud. Lo odio. Es un mentiroso vil. La interpretación freudiana de los sueños es una mentira, una tontería y satánica.

Ernest Hemingway. Un escritor de libros para hombres. Mejor que Conrad. Al menos tiene su propia voz. No escribió nada que me hubiera gustado escribir a mí. En mentalidad y emoción, desesperadamente juvenil. Odio su trabajo sobre campanas y toros.

Franz Kafka. La metamorfosis es la segunda gran obra de prosa del siglo XX.

Karl Marx. Lo odio.

Platón. No muy fan.

J. D. Salinger. Por mucho uno de los mejores artistas de los últimos años.

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Un perro es un ser perfecto

No soy de esas personas que fueron atravesadas en algún momento por una mascota. Me encantan, amé a muchas a lo largo de mi vida, pero siempre las sentí de mi mamá o de mi papá. Nunca tuve, digamos, un gato o un perro que hayan dependido de mí.

Y quizás porque con Maca estamos pensando en un tiempo en adoptar un perrito, este texto del escritor chileno Cristian Geisse me emocionó tanto. Te lo comparto:

Cualquiera diría que el perro tiene una conciencia rudimentaria, inferior a la humana, pero qué sabe el hombre de lo que un perro ve u oye o huele o piensa. Qué hombre o mujer ha visto el sueño de un quiltro. Qué sabe de lo que verdaderamente entiende. Cuánto es lo que escucha, qué cosas huele cuando huele. Se los digo: un perro es un ser perfecto. Se los repito: más allá de cualquier aparente imperfección, un perro es un ser perfecto. Y uno puede conectarse con su espíritu y así convertirlo en un pase mágico, una vida paralela, una forma de autoconocimiento, de conversación con los dioses, de intervención sobre la realidad. Por supuesto, en su propio lenguaje, un perro puede convertir a un hombre con su propio conjuro. Sé que el Catechi lo hizo, ojalá al mismo tiempo que yo.

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Talk to Me

Vengo con una buena noticia si querías ver una película de terror que te deje al filo del asiento durante prácticamente todo el film: Talk to Me.

La cosa es así: un grupo de pibes consiguen una mano que está embrujada. Cada vez que alguien la agarra ve un espíritu. Durante 90 segundos el espíritu pasa a "usar" ese cuerpo como medio para comunicarse. El host, quien "aloja" a ese espíritu, no recuerda nada de ese momento sino que está en un viaje del que vuelve extasiado, como si se hubiera drogado y la hubiera pasado increíblemente bien. ¿Qué pasa si el host no suelta la mano en 90 segundos? Los espíritus pueden no irse de este plano y quedarse en contacto con esos hosts.

Una historia clara, simple, pero que a través de las actuaciones y la narrativa te deja realmente la boca por el piso.

Hay una analogía muy fuerte, e incluso durante algunos momentos me resultó demasiado obvia, a la adicción a las drogas. Este "subidón" que le da al host tocar la mano hace que algunas personas no puedan dejar de hacerlo y cómo muchas veces puede tornarse muy, muy complicado es bastante simple de relacionar. Pero es un detalle.

Algo que me gustó de Talk to Me es que no se trata del terror que asusta haciéndote saltar, sino más del terror que genera ansiedad de querer que termine. Y lo genera posta. De lo mejor que vi en el año, sin dudas.

Quote

“La presión del anti-intelectualismo fue abriéndose paso a través de nuestra vida política y cultural, alimentando la falsa noción de que la democracia significa que mi ignorancia es tan válida como tu conocimiento”.

— Isaac Asimov

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Poema de la semana

Esquelas

No quiero ser de esos
que se ponen de novios
y a los dos meses avisan:
te amo.
Quiero ser de aquellos
que aman desde antes de los títulos,
como quien esperaba una película,
como quien esperaba al amigo
que invitó al cine

– Juan Solá

Outro

Hola, ser del bien. ¿Cómo va eso? Mea culpa. La semana pasada no salió observando y hoy no es domingo, pero es feriado en Argentina así que ayer me tomé el atrevimiento de “dejarlo para mañana”. Creo que es la primera vez en los siete años que tiene observando que lo pasé al lunes (una vez lo mandé por error un viernes porque apreté el botón de “Enviar” en Mailchimp en vez del de programar).

El motivo por el cual no salió la semana pasada es que fui medio gil. Me fui de vacaciones y me olvidé de avisar que me iba a tomar esa semanita para descansar lo máximo posible. Estuve en Misiones. Fuimos a visitar a los padres de Maca. Una semana desconectando a base de pura siesta y comida rica.

Ahora ya volví a la rutina de laburar, correr, jugar LoL, ver algunas series o películas y salir a comer afuera. Sigo muy entusiasmado haciendo running tres o más veces por semana. De hecho cuando estuve en Misiones me había propuesto correr los 7 días que iba a estar de vacaciones. Pero me esforcé más de la cuenta y me empezó a doler el tobillo al cuarto, así que tuve que aflojar. De 0 a 100 en tan poco tiempo no rinde.

El otro día me quedé encerrado por primera vez en la vida en un ascensor. Volvía del campo de un querido amigo uno de esos días preciosos del comienzo de la primavera en los que podés estar al sol sin tener nada de frío ni nada de calor.

Estar todo el día en el campo haciendo cosas, tomando vinito, comiendo rico, cansa bastante. Ya quería llegar a casa para poder pegarme una ducha, tirarme en el sillón y relajarme, pero el ascensor no nos dejó y se paró con nosotros adentro. Tuvimos que esperar una horita ahí sentados sin hacer mucho más que jugar al ajedrez en el celular, mirar tiktoks e intentar dormir sin éxito. Pero bueno, a la hora vino el técnico y nos rescató.

Se hizo larguito el outro. Hago los avisos parroquiales y te dejo. Como siempre te digo, si te gusta lo que hago en observando y querés colaborar, podés hacerlo mensualmente, comprándome un cafecito o recomendándolo a quien vos consideres que pueda gustarle.

Te mando un abrazo y gracias por estar siempre del otro lado.

Axel